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- Aura Sorihuela SL - Sorihuela del Guadalimar, Jaén
Aura Sorihuela SL - Sorihuela del Guadalimar, Jaén
Dirección: Av. Andalucía, 2, 23270 Sorihuela del Guadalimar, Jaén, España.
Teléfono: 953069947.
Página web: auraandalucia.es
Especialidades: Residencia de ancianos.
Otros datos de interés: Acceso para sillas de ruedas, Aparcamiento adaptado para sillas de ruedas.
Opiniones: Esta empresa tiene 44 valoraciones según Google My Business.
Opinión media: 3.6/5.
📌 Ubicación de Aura Sorihuela SL
Aura Sorihuela SL es una empresa que ofrece servicios de residencia de ancianos. Se encuentra ubicada en la dirección Av. Andalucía, 2, 23270 Sorihuela del Guadalimar, Jaén, España. Su número de teléfono es 953069947 y su página web es auraandalucia.es.
Esta empresa cuenta con las siguientes especialidades:
- Residencia de ancianos
Entre los datos de interés de Aura Sorihuela SL, destacan:
- Acceso para sillas de ruedas
- Aparcamiento adaptado para sillas de ruedas
Según Google My Business, la empresa tiene 44 valoraciones y una media de opinión de 3.6/5.
👍 Opiniones de Aura Sorihuela SL
Rosa N. H.
Soy Rosa Nieto, y me gustaría compartir mi experiencia con la Residencia “Aura Sorihuela”, el hogar de mi madre, Gregoria, en los últimos años.
Con 90 años la demencia empezó a causar estragos en ella y en toda la familia, esa maldita enfermedad que, sin darte cuenta, va fundiendo a negro los recuerdos de una vida. Su conducta cambió por completo, estaba nerviosa y desorientada, dejó de conocernos, no comía, no dormía y la medicación le producía alucinaciones. Así que, superados por la situación, decidimos contar con la ayuda de profesionales que supieran gestionarla mejor que nosotros.
Aquel día fue uno de los más duros de mi vida; el sentimiento de culpa y el peso de mi conciencia me sumieron en una profunda tristeza, quizás por los mitos que hay en torno a las residencias de ancianos, o, tal vez, porque nos han inculcado unos valores que nos hacen sentir que estamos abandonando a nuestros mayores si no los cuidamos nosotros mismos. Pero el tiempo me ha demostrado que no son el enemigo, ellos reman en nuestro mismo barco y todos perseguimos el mismo objetivo: procurar a nuestros mayores los cuidados que necesitan e intentar que tengan la máxima calidad de vida en su última etapa.
Hace unos meses, la salud de mi madre empeoró y decidimos que queríamos estar con ella. Ahí empezó mi proceso de sanación, porque tuvimos la oportunidad de comprobar, durante una semana, las 24 horas del día, el funcionamiento del centro y el comportamiento de los trabajadores.
Hemos visto cómo cuidan la limpieza de las instalaciones, así como la higiene de los residentes, que es diaria y escrupulosa. Nos ha sorprendido la calidad de la comida casera, las enormes raciones que les sirven y la frecuencia con la que comen. Además, he comprobado en primera persona la voluntad que ponen las auxiliares para que los abuelos no se queden sin comer. En el caso de mi madre, me emocionó ver cómo la auxiliar probaba el puré antes de dárselo por si quemaba demasiado. Esos son los detalles que marcan la diferencia.
Sé que es imprescindible una buena gestión para que un centro de esas características funcione bien, pero los que merecen realmente el mérito son los trabajadores que están a pie de obra lidiando con un gran número de residentes, cada uno con un diagnóstico diferente. Es increíble lo bien que los conocen a todos; saben cómo calmarlos, cómo animarlos, los escuchan, les hablan, bromean con ellos y les ofrecen la libertad de campar a sus anchas por todas las instalaciones como si estuvieran en su casa, limitando el acceso únicamente a las dependencias en las puedan correr algún peligro.
En nuestro caso, se desvivieron por hacernos sentir cómodos en todo momento. Nos ofrecieron la comida y la cena, y nunca nos faltó un tentempié para que no tuviéramos que preocuparnos de nada. Respetaron nuestra intimidad acomodándonos en una habitación individual, atendieron nuestras preguntas y resolvieron nuestras dudas con cariño, comprensión y con la paciencia del Santo Job. Siempre recibimos ese trato cercano y amable que caracteriza a la gente de los pueblos, personas sencillas y buenas con una enorme grandeza de corazón.
Desconozco cómo funcionarán otras residencias, por eso no me atrevo a generalizar, pero es de justicia que hoy rompa una lanza a favor de todos los empleados de Aura Sorihuela, que es la residencia que conozco y de la que puedo hablar sin temor a equivocarme.
Por eso, me gustaría hacer un guiño a todo el personal, aunque omitiré los nombres para no dejarme ninguno en el tintero. En mi nombre y en el de toda mi familia, recibid nuestro respeto, nuestra admiración y una eterna gratitud por vuestra magnífica labor y por la vocación impagable con la que hacéis vuestro trabajo.
A las recepcionistas, cocineras, limpiadoras, trabajadoras sociales, psicóloga, psiquiatra, médico, personal de administración, al equipo directivo, y, por supuesto, a las auxiliares y enfermeras, enhorabuena por vuestra profesionalidad, pero, ante todo, muchísimas gracias por vuestra calidad humana y por los abrazos tan reconfortantes que dais.
Amelia R. G.
Una estrella es lo mínimo que me deja poner. Pésimo servicio con residentes y familiares. Deja mucho que desear. Lamentable sobre todo como se gestiono el traslado que yo presencié y eso que iba a otra residencia y solo por la imagen de Aura cuidados deberían haberlo hecho de otro modo. Han perdido además ropa y enseres. En fin, para nada recomendable.
El I.
Menos cinco ceros negativos en calificación.la única que se salva la trabajadora social en mi opinión los demás ni hablar ojo cambia los medicamentos de otros pacientes que eso es gravísimo desapareces objetos de valor
Jonarhan M.
Pésima coordinación. Imposible recomendarla. El trato deja mucho que desear, deficiencias a montones y carencias que sufre tanto el residente como los familiares. Por fin he podido trasladarlo. Pero he quedado profundamente decepcionado
Francisco R. R.
Que las instalaciones y los servicios en general están bien pero la cocina es fatal.
Cortes B. G.
Pongo una estrella por que es lo mínimo para poder escribir la reseña.
Es un pésimo centro y con una pésima dirección y cordinacion.
Dejar a un ser querido aquí es dejarlo totalmente abandonado.
Las cucarachas campan a sus anchas por comedor y todas las estancias,ropas de cama manchadas de heces donde acuestan a los usuarios sin ningún pudor,falta de recursos y personal.
A la hora de la higiene se llegan a utilizar calcetines,por no haber esponjas,falta de pañales,toallitas y geles…etc.
De enfermeras/os por no encontrar personal ponen a las propias auxiliares a ejercer funciones de enfermería.
Es un desastre y un crieme dejar a un familiar allí,te lo atiborrarán de pastillas y lo dejarán atado con in cinturón a una silla de ruedas todo el día.
Solo cuando saben que tienen visita por en a los usuarios decentes para los familiares.
La comida es pura bazofia y solo se basa en tristes purés.
Y todo esto lo sé por que yo he trabajo hay,solo un mes pero me bastó para contemplar el desastre que es este centro.
Solo les importa recaudar dinero,nada más.
A los trabajares no les pagan plus de nocturnidad ni festivos.
Las instalaciones están en pésimas condiciones,agujeros en las paredes de los baños donde se ve el baño de la habitación contigua.
A todos los tienen en un salón abarrotado,con una calor impresionante y de echo prohíben la entrada de los familiares al “club social” como ellos lo llaman,aunque deberían llamarlo matadero,pero es para que los familiares no vean en que condiciones están sus familiares.
Lo raro es que las inspecciones de trabajo nunca salen del despacho de la directora,tienen unos chanchullos muy extraños.
Maria G.
Pésima.
Si dejas allí a un ser querido pensando que lo tendrán bien atendido pronto descubrirás que se traen unos escondites y unos engaños horribles.
Te pesará toda la vida dejar allí a una persona que pasará a ser un número o sea nada.
Y siempre que visites pidiendo cita días antes para adecentar a la persona. Sepa Dios.
Y esperar en la reja hasta una hora.
Que pena
Javi P.
Los abuelos están bien atendidos, los que están explotados son los trabajadores, les roban todos sus derechos, no les pagan nocturnidad ni festivos, hacen turnos de 12 horas cuando el máximo son 9, .......se aprovechan de la necesidad de esas personas que necesitan el trabajo. Igual algún día reciben una denuncia de la inspección de trabajo y se llevan una buena multa !!!!!